Los cinco sentidos que poseemos los seres humanos nos sirven para conocer y relacionarnos con nuestro entorno: a través del gusto, el oído, la vista, el tacto y el olfato podemos sentar las bases de nuestra conexión con la realidad que atravesamos. Sin embargo, existen algunas personas que no tienen todos sus sentidos en funcionamiento: la mayoría se concentra entre aquellos que no tienen vista u oído, pero los existe quienes no tienen olfato o gusto. No obstante, no es un impedimento para disfrutar de la vida en líneas generales.
Fue en este precepto en el que se basaron los creadores de Teatro Ciego, una compañía teatral que está cumpliendo diez años. Con dos sucursales en Buenos Aires, pone en escena proyectos realizados en total oscuridad.
Los orígenes de este particular teatro de nombre paradójico se remontan a la Córdoba de principios de los años noventa. El dramaturgo Ricardo Sued tomó elementos de las técnicas de meditación en la oscuridad practicadas en los templos Zen tibetanos para realizar una obra de teatro a oscuras: Caramelo de limón, cuyo éxito fue contundente.
De aquel proyecto formaba parte Gerardo Bentatti, quien luego de presentar una obra en oscuridad propia, con un elenco conformado en gran parte por actores ciegos, decidió encarar un proyecto más ambicioso, acompañado por su primo Martín Bondone. Así, abrió sus puertas en julio de 2008 el primer Teatro Ciego del mundo, que de acuerdo con su página web es un “espacio cultural inclusivo”.
Hoy en día, con siete obras en cartel, un espectáculo con cena- A ciegas gourmet- y un ciclo de música -Sonido 360- el Teatro Ciego tiene un promedio de 5000 personas que asisten mensualmente. Además, tienen activas sus redes sociales, con más de 200.000 seguidores.
Por otro lado, la institución no solo funciona como salón de espectáculos, sino que además funciona una Escuela de Arte, donde se dictan clases de flamenco, tango, entrenamiento vocal y ensamble y murga uruguaya, a donde asisten más de 100 alumnos, con y sin discapacidad visual. Todo a oscuras, obviamente.
Esta propuesta teatral resulta insólita desde muchas aristas. “A diferencia del teatro convencional, nosotros trabajamos en 360 grados alrededor del público, por lo que no hay un escenario propiamente dicho. A su vez, estimulamos sensorialmente a los espectadores de manera no visual usando distintos tipos de efectos, que se realizan en vivo” relata Paula, responsable de comunicación del Teatro, en exclusiva para Lagartopia. Asimismo, agrega: “Lo fundamental es que los actores estén entrenados en lo que es la movilidad en el espacio, ya que constantemente se mueven alrededor del público actuando o haciendo efectos.” Según ella, la técnica a oscuras favorece la elaboración de un guión más próximo del cine, en el sentido de que se permiten cambios de escenarios espacio-temporales muy rápidos, al prescindir de una escenografía. Por lo tanto, en las obras a oscuras abundan los flashbacks y las elipsis narrativas.
Además de las puestas teatrales, el Teatro Ciego tiene otros dos espectáculos, en donde se incluye la estimulación de otros sentidos. A ciegas gourmet se realiza hace varios años y tiene que ver, como su nombre lo atisba, con la inclusión del sentido del gusto. No solo hay un espectáculo musical a cargo del pianista Carlos Cabrera, sino que se incluye una cena de seis pasos. En él, el público tiene que descubrir qué está comiendo, ya que el menú es sorpresa y, evidentemente, el evento se desarrolla sumido en la oscuridad. “En A ciegas gourmet se busca trabajar con las texturas y con los gustos de los alimentos. A su vez, nos aseguramos que sea posible comer a oscuras: siempre trabajamos con finger food para evitar el uso de cubiertos”, explica Paula, que además señala que se puede pedir por comida vegetariana o apta para celíacos, en caso de ser necesario.
Por otro lado, el Teatro Ciego ofrece su espectáculo Sonido 360: inmersos en una oscuridad tal que resulta imposible el mero hecho de verse las manos, el público tiene la posibilidad de escuchar la reproducción de un disco completo tal cual fue grabado y con la mayor calidad de reproducción posible, es decir con un sistema envolvente denominado Sonido Inmersivo 3D: mezcla Surround Full 360 que gracias a la nueva tecnología Multipanner, permite generar un domo sonoro de alta definición espacial en el cual el sonido sale de los costados, de arriba y de abajo. “La idea es poder darle valor a la música que escuchamos, sobretodo hoy en día, que uno escucha canciones salteadas viajando o en la calle, generalmente con un auriculares. De esta forma, el disco se disfruta de otra manera.” comenta Paula al respecto. A su vez, añade: “El criterio de selección de los discos tiene que ver con que sean ricos en sentido musical y que puedan ser llevados a este sistema espacial de sonido que el Teatro propone. También tenemos en cuenta que sean atractivos para el público y se pueda generar una diferencia importante.” De hecho, la propuesta de álbumes es muy amplia: partiendo desde Bjork y llegando Spinetta, pasando por Muse, Bob Marley, Soda Stereo, Pink Floyd, Queen, The Beatles y varios más.
En una época en donde parece que toda la estimulación entra por los ojos, el Teatro Ciego se propone desde hace una década ofrecer una experiencia que traspase los límites de lo visual y se apoye en la explotación de los sentidos restantes. Con entradas que van desde los 200 a los 1.200 y puestas en escena de una hora de duración aproximadamente, esta forma atípica de hacer teatro se plantea como una opción para todos aquellos que quieran experimentar una renovación de sus sentidos.
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