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El hombre detrás del Simulador

Foto del escritor: LagartopiaLagartopia

Por Felipe González | @Feli_gonzalezb



Martín Seefeld es una de las personalidades más importantes del mundo de la actuación. Por su protagónico en Los Simuladores, por su cercanía con Mauricio Macri, por su trascendencia y su peso específico en el medio. Hoy, en exclusiva para Lagartopia, cuenta su experiencia en Los Simuladores. El actor explica las similitudes con su personaje más famoso, Medina; cuenta las posibilidades de hacer una película y, además, habla un poco de sus aspiraciones políticas y su relación con el feminismo y el aborto, a partir de una ideología muy clara. Seefeld toma distancia de su personaje y lo menciona siempre en tercera persona, pero destaca la serie como uno de los puntos de inflexión en su carrera.


-Federico D'Elía hizo una publicación en Instagram sobre un operativo de los Simuladores que vos protagonizabas desde el mundial de Rusia ¿Cómo surgió eso?


-Fue todo un chiste de Fede (por D'Elía). Como estaba allá, la seguí y después obviamente se hizo viral. Es un poco lo que pasa con Los Simuladores. La realidad es que genera una enorme empatía. Por la temática y la situación del Mundial, había que solucionar el tema de la clasificación y fue una idea muy divertida. Él me dijo que le mandara una foto. Yo le mandé una con unos nigerianos y después me saqué otra en el aeropuerto yendo al otro destino. Igual no volví ante Francia, y bueno...no anduvo más Argentina. Por suerte me fui con la Selección clasificada. La gente tiene eso con el programa. A pesar nuestro, pasa, no porque no lo disfrutemos, sino que nosotros no lo impulsamos.


-En un par de capítulos tu personaje tuvo que besar a otro hombre. Simuladores siempre abordó temáticas que llegaban, pero a vos te tocó la homosexualidad que hoy está muy vigente...¿Fueron adelantados?


-Medina siempre iba en pos del objetivo: el plan por sobre todas las cosas. En este operativa había una persona que era homosexual y había que seducirla. Creo que fue una muy buena forma de poner el tema en evidencia con humor para toda la familia porque, incluso hoy, lo ven mis hijos y se tapan la cara, pero se ríen. Creo que de alguna manera estuvo a la altura del programa. Los Simuladores fue un programa adelantado por su defensa a los más débiles, no de manera ortodoxa. Los protagonistas eran héroes anónimos contra la injusticia social. La manera de tratar de este tema termina siendo muy gracioso.


-¿En qué se parecen Martín Seefeld y Gabriel David Medina, tu personaje en la tira?


-Los personajes están divididos en el cuerpo humano. (Diego) Peretti era el espíritu, (Federico) D'elía el cerebro, (Alejandro) Fiore la fuerza y yo el corazón. Desde ahí componíamos cada principal. Cuando tenés un personaje a desarrollar siempre de una u otra manera potenciás los puntos en común y tratás de encontrar lo que no está en vos. Yo tengo ese costado de sensibilidad, toda mi vida fui un tipo muy afectuoso. Y también de buscar la justicia, por eso en el capítulo El Vengador Infantil le digo a Santos 'No puedo ir contra mis principios' cuando me toca votar. Todavía me acuerdo de su cara, y creo que aparte se lo dice con verdad, por más plan que haya mi personaje no puede ir contra su esencia. Ahí hay algo que tiene que ver conmigo. Lo del cuidado personal, la peluquería y las máscaras, no, pero con tantas arrugas vendría bien (risas). Medina tiene como el arte del detalle. Yo soy muy así, pero soy desastroso con los cumpleaños. Odio los regalos con fecha. Me gusta regalar cuando tengo ganas, sino es como una obligación. Soy más detallista en las cuestiones afectivas que en las materiales. Como a mí no me preocupa tanto lo material, soy más de fijarme en los gestos para conmigo y con los demás y los que tienen hacia mí.


-En la escena final del programa, vos decís "Si nos queremos tanto ¿Por qué nos tenemos que separar?". Eso representa un poco lo que piensa el público. ¿Qué tan viable ves una reedición?


-Estuve reunido con Damián (Szifron) hace unas semanas. Todos tenemos ganas de hacerlo a modo de una película, pero no es fácil. Veinte personas por día te preguntan '¿Cuándo vuelven?', y si hacés algo que es una cagada esas mismas personas te van a decir 'Sos un chorro, fue una mierda'. No es fácil. El programa tiene algo que hizo que perdure en el tiempo que nosotros tenemos que cuidar. Si sale la película tiene que estar a la altura, sino la expectativa se cae rápidamente. No podés volver para hacer un negocio. No podés volver y hacer un capítulo grande para el cine. El tema tiene que tener una magnitud del nivel del programa, que te permita hacer una película y que trascienda en el tiempo. Estamos todos con mucho laburo, entonces se vuelve difícil. Sobre todo, por la actividad que estuvo teniendo Damián. De eso hablaba con él el otro día, pero lo vamos a encontrar y va a aparecer antes de lo que nos imaginamos.


-Lo mencionas a D'elía y casi que te emocionás.

-Fede es mi hermano menor. Es uno de los tipos más serios e inteligentes para ver la profesión.


-Siempre dijiste que querías hacer cine, pero hoy no está dentro de tus proyectos actuales ¿Por qué?

-No tengo tantas propuestas. Me gustaría tener más, tampoco es un ámbito en el que me he movido demasiado. Tengo muchas ofertas de teatro y televisión. Ahora estoy más con la cabeza en escribir, en armar proyectos desde los guiones. No como autor, sino como coordinador de las historias. De acuerdo a donde ponés la energía son las cosas que te van llevando. No estoy para hacer cualquier cosa. Si tuviera una necesidad puntual, lo haría porque, para mí, laburar es lo más digno que hay en el mundo. Tengo un proyecto para México, otro para Brasil y uno para Argentina en guión y supervisión artística. Estoy escribiendo historias para mí, para poder comercializar acá y en el mundo con distintos autores. Mi sueño es trabajar en una buena película de cine. Producir un buen proyecto de teatro. Trabajar en una gran coproducción argentina con el exterior. Me gustaría actuar con Norma Aleandro por todo lo que significa. Otro actor a quien conocí mucho pero nunca trabajé es Alfredo Alcón.


-Federico D'elía manifiesta siempre su fanatismo por Estudiantes, hasta apoyó la gestión de Verón y Diego Peretti estuvo en un programa de fútbol durante el mundial ¿Qué significa el deporte en tu vida?

-Yo soy fanático del fútbol de toda la vida, lo disfruto mucho, pero no es un ámbito en el cual me interese entrar en lo dirigencial. Disfruto lo deportivo. Soy de River, iba mucho a la cancha y ahora voy de vez en cuando, pero veo todos los partidos. A mi hijo no le interesa mucho. Le gusta más actuar, bailar y filmar. Mi hija por ahí lo mira conmigo. Los dos son de River. Yo creo que los chicos no están enganchados con el deporte en sí mismo. Hoy están mucho más conectados a la tecnología. Ya no se vive la vida de club. Nosotros íbamos a las 8 de la mañana y nos sacaban a las 8 de la noche a los cachetazos. Hoy tienen la tablet, el teléfono o la play. Nosotros no lo teníamos. Había 4 canales en blanco y negro. Hoy juegan al fútbol por la televisión. La vida de club tampoco es barata. Toda la situación hace que los pibes no tengan tanta vida social-deportiva como nosotros. Mi vida era en el campo. Vos te levantabas y te ibas al club. Eso no existe hoy. Nosotros terminábamos de jugar y nos quedábamos jugando un picado o una tocata. Hoy los chicos juegan y se van.


-En muchas entrevistas dijiste que habías sido el propulsor de la relación de Mauricio Macri con Juliana Awada.


-Los medios inventaron que yo impulsé la relación de Mauricio con Juliana. Mi mujer (Valeria Giuliani) la conocía, pero yo no tuve nada que ver. Yo conocí a Awada a través de Macri. Trabajé para su casamiento, fui quien lo llevó adelante, pero no cuando se conocieron. Fue una mentira como otras mil de la prensa.


-Hace dos años te separaste de la productora que tenían con Pablo Echarri por motivos políticos que explicaste y son similares a lo que dicen de varias personas del medio sobre Macri. ¿Qué pensás de esas declaraciones?


-Yo creo que cada uno puede tener un pensamiento. Con Pablo, hemos hecho cosas fantásticas juntos, pero hay un límite que se hace insostenible. Una cosa es pensar distinto y otra es actuar frente a esa manera. Cuando tu militancia le gana al productor se empieza a complicar el día a día. Tenés discusiones de forma y de fondo que se vuelven engorrosas. Más allá de eso, yo estaba con una necesidad puntual de estar sólo, de no ser más socio. Yo tengo mucho deseo de hacer política, pero no puedo hacerlo siendo productor o director de una entidad. Lo de Daddy Brieva no es un acto fallido. Me pone triste y me enoja profundamente. Si le va mal al gobierno, les va mal a millones de personas. Entonces vos tenés que pensar en esa gente. Normalmente los que hablan tiene la panza llena, calefacción, casas grandes, autos y servicios. Cuando vos vas por el país, hay un montón de gente que confía en que nosotros vamos a hacer las cosas bien. Eso no quiere decir que este Gobierno no haya cometido errores. Uno no tiene que ser un talibán y decir que hicieron todo perfecto. Hay que permitirse decir esto lo apoyo y esto no. Si no lo haches significa que sólo te importa tu interés personal, ese es un límite para mí. Ahí planto bandera, el camino por izquierda no te lo banco.


-Tenés intenciones fuertes de participar en política. ¿Hay posibilidades de que te sumes al gobierno de Cambiemos a partir de tu vínculo con el Presidente?


-Mi vínculo con el Presidente es circunstancial. Si Macri no gana la presidencia en 2019, mis aspiraciones seguirán siendo las mismas. Yo ayudo a la gente hace mucho años. Tengo un comedor en Ciudad Oculta. Si el kirchnerismo me hubiera llamado para trabajar en cultura o en el área social, lo hubiera hecho aunque no pensaran como yo. La diferencia es que la gente que está en oposición no trabajaría en este gobierno. Yo me identifico con el pluralismo en general sea cual sea el gobierno. Lo que no me gusta es el gobierno que le miente a la gente. Después errores puede cometer cualquier gobierno. Yo no juzgo los cuadernos. Ojalá la Justicia lo haga, pero a todos de la misma forma, igualmente estamos muy lejos de tener la Justicia que nos merecemos. Pero por otro lado, es la única que tenés.


-Te expresaste a favor del la ley de despenalización del aborto ¿Cómo te llevas con el feminismo?


-Hay algo en todo eso que está muy exacerbado. Una vez le ofrecí un vaso de agua a una actriz y me preguntó si pensaba que era manca. Eso es estupidez. Las denuncias te cagan la vida. Creo que el feminismo fue a un lugar muy sobrepasado para después volver al medio. No me encuentro con ninguna chica a solas para hablar de un proyecto. Ponele, yo cito a una chica en una oficina. Esa chica sale diciendo Martín Seefeld me quiso dar un beso, y hace prensa durante 20 días. A mí me destroza a mis hijos, mi familia. Llegar a ese lugar donde vos no podés reunirte a solas con alguien es raro. Con ninguna persona me reúno a solas, ni hombre ni mujer. A menos que sea un lugar público porque no me quiero comer un garrón. No me gusta esta situación, pero es lo que está pasando. Yo soy feminista de toda la vida. Lo que no quita ser caballero. Yo le abro la puerta a una mujer, y no por eso la considero inválida. No es un acto de subestimación. Para mí, el hombre es el hombre y a mí como varón me gusta tener ese rol con una mujer. Ahora, yo estoy a favor del aborto. Me parece perfecto que la gente se exprese en un marco de respeto y de tolerancia. Así como hubo un montón de gente a favor del aborto, había otro montón que no. Y salió que no y lo tuve que respetar ¿Por qué estarían equivocados los otros?


- ¿Cuáles fueron los puntos más fuertes y las personas más esenciales en tu carrera?


-El momento más importante fue cuando hicimos Poliladrón en teatro. Ahí tomé la decisión de abandonar el confort de tener un lugar muy importante de trabajo para irme a hacer una gira a Mar del Plata. Decidí renunciar sabiendo que después de eso no había nada. Fui detrás de mi sueño. Las personas que más me marcaron fueron mi mujer que siempre me acompañó en todas las decisiones que tomé bien y mal. Adrián Suar me dio una mano muy grande y siempre le voy a estar agradecido. Los Simuladores fue un quiebre importante en mi carrera porque pude tener un proyecto propio que terminó siendo un éxito que me cambió la vida y me encaminó hacia la producción.

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