Por Felipe González | @Feli_GonzalezB
Quentin Tarantino es uno de los directores más afamados dentro de la industria cinematográfica. Exótico por su personalidad, por su forma de declarar y los temas que ha fusionado dentro de sus ocho direcciones en la pantalla grande, también se destaca como actor. Conocido principalmente por la saga Kill Bill y el clásico Pulp Fiction, el cineasta estadounidense sorprendió a todo el mundo al afirmar que su décimo largometraje, Once Upon a Time in Hollywood, que se estrenará en julio de 2019.
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Su recorrido en el cine se remonta a 1992, con la película Perros de la Calle (Reservoir Dogs). El proyecto inició siendo una pequeña idea entre amigos con una producción de 20 mil dólares, pero tuvo una inversión de 1,2 millones debido al encanto que produjo la idea en el protagonista y coproductor Harvey Keitel.
Así, el popular cineasta comenzaría su carrera con un film que marcaría un estilo propio. La trama nuclea a un grupo de criminales -que son desconocidos y se mantienen en el anonimato con nombres en código - decididos a robar una joyería. Cuando la policía corta el operativo, las sospechas de si algún integrante de la banda los había delatado se ponen en juego a lo largo de toda la trama.
En esta primera aparición de Tarantino en los roles de actor y director sentó las bases de su estilo personal, que lo acompaña hasta el día de hoy: el tema de los bandidos estilo Western (cowboys), la historia que no comienza por el principio sino por una escena intermedia y pequeños indicios de crítica al racismo marcan la impronta de uno de los mejores directos del cine mundial. La importancia del relato de cada personaje también es un sello personal del director.
Es complejo ponderar algún cortometraje del nacido en Tennesse porque la bilogía Kill Bill y Bastardos Sin Gloria (Inglorious Bastards) son dos productos que han tenido una enorme popularidad (ambas recaudaron más de 300 millones de dólares). Otras como Pulp Fiction y Django Sin Cadenas (Django Unchained) fueron películas que obtuvieron el galardón más importante del cine, el Oscar, entre otros premios importantes. Por eso, en esta oportunidad queda en manos del lector la elección de su film predilecto.
El problema con la discriminación
Tarantino ha sido duramente criticado por el uso de terminologías que se tildaron de racistas. La frecuencia del concepto “nigger” que significa negro y que para algunos resulta peyorativo(así se denominan las tribus urbanas entre ellas) en Django Sin Cadenas o las críticas por el rol en que se pone al por entonces no conocido actor, Samuel Jackson en Pulp Fiction han desatado la polémica. Jackson, el actor fetiche del cineasta tennesiano se ha desentendido de este escándalo mediático, pero defendió el uso del concepto nigger: “Los artistas negros piensan que son los únicos autorizados a usar la palabra”. Tarantino por su parte decidió escudarse en que muchas de sus películas van dirigidas al público negro, que es uno de sus “preferidos”. Según él, el núcleo del problema era su tez blanca: “Decir que yo no puedo hacer eso porque soy blanco, pero los hermanos Hughes pueden hacerlo porque son negros, eso es racista”.
Único y repetido por muy pocos en la industria, Tarantino se destaca por entremezclar los clásicos de western (cowboys) con el kung fu, dos de sus temas preferidos, sumado a temáticas como la discriminación racial en el sur de Estados Unidos y una crítica dura a la esclavitud.
Django Sin Cadenas, la película que dirigió y se estrenó a fines de 2012, es un claro ejemplo de estilo tarantinesco. En el film aparece lo que en el género se denomina estetización de la violencia, es decir mostrar la crudeza de un tema como la esclavitud a través de una escena de tiros o un enfrentamiento. Por ejemplo, en una escena de la película, Django , el protagonista negro interpretado por Jamie Foxx, pelea a morir contra otro hombre de tez oscura para diversión y apuestas de dos latifundistas del sur de Mississippi.
Esta película fue una de las más premiadas con dos Oscar, dos Globos de Oro y dos premios BAFTA, pero la particularidad es que tuvo diversas nominaciones por su montaje de sonido, o soundtrack, lo cual no es una casualidad. En la estética de las películas del director norteamericano es fundamental la música que utiliza.
La melodía de Bang Bang interpretada por Nancy Sinatra, hija de Frank, es uno de los puntos altos de la película Kill Bill. También, Cat People en Bastardos Sin Gloria, interpretada por el fallecido David Bowie es uno de los emblemas del largometraje.
Detrás de todo gran director…
Es innegable la importancia de Tarantino para el cine mundial, sus películas han marcado una impronta totalmente revolucionaria, pero también merecen ser destacados algunos personajes que lo acompañaron en su camino a la gloria. Por ejemplo, Harvey Keitel fue protagonista de sus dos primeras películas, Reservoir Dogs y Pulp Fiction. El actor Samuel Jackson es otro de sus aliados, ya que no solo participó en seis de sus nueves películas, sino que también lo defendió públicamente (léase recuadro 1) varias veces. Por último, merece ser destacado el compositor italiano Ennio Morricone, quien tuvo sus diferencias con Tarantino, pero que lideró la puesta de sonido en Kill Bill, Bastardos Sin Gloria y Django Sin Cadenas, nominadas a múltiples premios musicales de cine. Finalmente, en la película Los 8 más odiados (The Hateful Eight) el director de cine y el compositor conquistarían juntos el Oscar a la mejor Banda Sonora.
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